Debido a los innumerables retrocesos que viene acumulando la transformación del gobierno lopezobradorista y su inoperancia para cumplir promesas, no encontró mejor solución que iniciar el proceso para retirarle la “bendición” a las redes sociales y seguir los pasos de gobiernos autoritarios como Cuba, Rusia y Venezuela, entre los casos más conocidos.
Así, la “comunicación circular” que tanto presume el presidente Andrés Manuel López Obrador que es, además, el principal difusor de verdades a medias o falsas y primero en instigar la censura hacia medios de comunicación y críticos de su gestión, quieren convertirla en “monólogo cuatroteísta”.
Desde su óptica absolutista, el primer mandatario pretende ser el único que debe y puede ejercer la réplica, así como poseer el monopolio para ofender y difamar; que sea sólo su voz la que se escuche y nadie cuestione. De ahí su urgencia por “regular” en México el funcionamiento de las redes más populares que operan en internet, “para garantizar la libertad de expresión”.
Es tal el desencanto social existente -agudizado por el fatídico manejo de la pandemia-, previo a la celebración de los comicios de mitad de camino, el lopezobradorismo tiene prisa por alcanzar la omnipresencia en los medios de comunicación tradicionales y modernos.
Así, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila trabajan ya en un proyecto normativo para disminuir la acción de las ahora “des-bendecidas” redes sociales, por haber cancelado cuentas de los “granjeros cuatroteístas” más virulentos.
La encargada de la política interior solicitó a la Unidad de Normatividad de Medios, de la dependencia a su cargo, “realizar un estudio sobre la posibilidad de regular el funcionamiento de las empresas de redes sociales, garantizando en todo momento la libertad de expresión.
Explicó que se trata de avanzar en algún tipo de reflexión, hacer un estudio comparativo de diversos derechos para saber cómo están siendo regulados en otros países y cómo podemos avanzar en algún tipo de regulación, en el que se consideren aspectos como defender la libertad de expresión en todos los sentidos; defender los derechos de terceros y la afectación que pudiera tener esta libertad de expresión respecto a los derechos de terceros, porque “ningún derecho humano es absoluto”.
La realidad, es que la presente administración ya perdió la batalla no sólo en las redes sociales, sino en el ánimo de amplios sectores de población, por lo que la intención de suspender estos canales de comunicación, en poco contribuirá a impedir que se vean exhibidas las fallas gubernamentales, sobre todo porque los mexicanos hemos visto reducir nuestros niveles y calidad de vida en apenas dos años.
Y no es únicamente en este tema donde el Poder Legislativo está preparando un madruguete; quiere aprovechar al máximo el recién iniciado periodo ordinario de sesiones, antes de la jornada electoral, para ajustar las leyes que necesita López Obrador para su proyecto, como quedó demostrado con su iniciativa preferente para modificar el marco regulatorio del sector eléctrico.
Sin embargo, cualquier cambio o reforma legislativa será insuficiente para ganar o conservar adeptos, en tanto no se traduzca en un incremento en los ingresos de las familias mexicanas, con o sin redes sociales, ya sean “benditas” o “condenadas”.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Un juez federal desechó un juicio de amparo de Felipa Guadalupe Obrador Olán, prima del presidente Andrés Manuel López Obrador, por considerarlo “notoriamente improcedente”, con el que buscaba seguir participando en licitaciones de Pemex. Felipa Obrador solicitó la protección de la ley, por considerar que la decisión presidencial vulnera su derecho al trabajo.
Qué bonita familia, diría el clásico.